NOTICIA EN EL COLOMBIANO

El gobierno extraditó esta madrugada a 14 jefes paramilitares que estaban cobijados por la Ley de Justicia y Paz. Entre ellos están algunos los máximos líderes visibles del paramilitarismo y cabezas de poderosos carteles del narcotráfico. A continuación algunos comentarios rápidos sobre este hecho tratando, como siempre, de poner luz sobre las zonas grises.

Se abre ahora un gran debate nacional sobre las ventajas y desventajas de la decisión del gobierno nacional. Pero lo que no se podrá desconocer es la audacia de la decisión y la forma radical como Uribe suprimió el problema que le representaba el control de los narco-paramilitares en las cárceles nacionales.

Es necesario reconocer que la extradición es un mecanismo eficaz de cooperación judicial entre los países. Aquí y en Cafarnaum, y esto es algo que no puede desconocerse. Lo que ocurre en Colombia es que esta figura se ha convertido en un mecanismo para compensar las debilidades del sistema judicial colombiano. La extradición en Colombia se ha convertido en una demostración de la debilidad institucional del Estado, más que en una prueba de su fortaleza. Desde el 2002 el gobierno de Uribe ha extraditado más de 500 narcotraficantes; cuatro jefes guerrilleros y ahora la plana mayor del paramilitarismo visible.

Tal vez lo primero que debemos preguntarnos en este momento es si el gobierno castigó o premió a los paramilitares con su extradición. La idea generalizada sigue siendo que la extradición es el peor castigo que puede recibir un narco colombiano. Hay que recordar que esto fue así en el pasado, pero no actualmente.

Decenas (se habla de centenares) de narcos colombianos han terminado negociando con las autoridades judiciales de Estados Unidos y como resultado de ello han conseguido penas ridículas y recibido visas legales a cambio de entregar rutas y capitales.

Carlos Castaño estaba negociando con los gringos cuando sufrió el atentado que supuestamente acabó con su vida. Mancuso reconoció hace pocos días que sus abogados ya estaban en contacto con la justicia gringa. Es de suponer que otros de los que fueron extraditados hoy ya estaban, cuando menos, en conversaciones.

Con lo anterior no se está sugiriendo que la extradición fuera una farsa. No lo creo. Simplemente es un hecho que los abogados de algunos de estos narco-paramilitares ya estaban preparándose para esta eventualidad, y que algunos de ellos reconocieron que obtendrían un trato más favorable con el Tio Sam y obtendrían seguridad jurídica

En Estados Unidos ellos enfrentarán cargos por narcotráfico. Con lo cual se cierra el capítulo de la discusión que se dio en algún momento en Colombia sobre si estos personajes eran narcos o paracos. No van a Estados Unidos como delincuentes políticos o como defensores de la libertad en Colombia, como quisieron hacernos creer el gobierno y las AUC. Van como narcotraficantes y van a responder por esos delitos.

Lo que ocurre es que una vez ante los fiscales gringos podrán negociar todo. En realidad en Colombia no les esperaban penas muy altas, por lo que en el país del norte la situación no será muy diferente, aunque es posible que allí consigan algún tipo de amparo frente a la Corte Penal Internacional. Es un buen plus. Más impunidad frente a los delitos de lesa humanidad. Más legalización de las fortunas. Más residencia legal y cambio de identidad. No suena mal.

Si algún ingenuo soñó con ver a estos criminales pagando por el desplazamiento de millones de colombianos, por miles de torturas y asesinatos, esa escena no se verá por muchos años. Y no se verá porque la justicia colombiana no estaba en condiciones de garantizar JUSTICIA en estos casos y porque la de Estados Unidos negocia todo, a cambio de dinero.

Nos dice Uribe que tranquilos, que con el dinero que recojan los gringos en la negociación con estos asesinos se reparará a las víctimas en Colombia y que en los próximos días se establecerán los mecanismos para que se garantice la verdad en los procesos que se siguen en Colombia. ...Sin comentarios. Solo hay que conocer los antecedentes para vislumbrar las conclusiones.

Puede concluirse que la ley de Justicia y Paz ha quedado herida de muerte y que se ha desenmascarado la verdadera naturaleza del proceso de desmovilización paramilitar. A lo que hemos asistido durante los últimos años ha sido a un sainete entre el gobierno y un grupo de narco-paramilitares.

"Nos traicionaron", gritó Jorge 40 antes de subir al avión que lo lleva a su sueño americano. Sí, es posible. Y sería interesante especular sobre el significado de esas palabras, pero ya se ha gastado mucha tinta y babas dándole vueltas a los posibles acuerdos secretos que hubo entre las partes para la desmovilización. Pero al final, 40 verá que le va mejor allá. Mancuso lo tiene muy claro.

En qué queda la parapolítica? Los procesos de los congresistas se verán afectados porque en muchos casos su situación dependía de los testimonios de sus socios narco-paramilitares. Si la justicia colombiana se veía a gatas para conseguir los testimonios de estos narcos, se imaginan cómo será a larga distancia o por teleconferencia?

Quienes tenían la información sobre los verdaderos alcances del sistema narco-paramilitar en Colombia eran los señores de la guerra extraditados esta mañana. Con ellos se ha esfumado la posibilidad de llevar el proceso de la parapolítica a un estado más elevado.

Algunas versiones dicen que estas extradiciones se producen precisamente cuando los testimonios de los mancusos empezaban a señalar a altos mandos militares. Los del curubito deben estar respirando tranquilos, porque con esta extradición se garantiza su impunidad. Lo que nos indica que por estos lados hay quienes se benefician con la decisión aplicada hoy.

Por otra parte, increíble que el gobierno utilice la vitrina de la extradición de estos narcos para exigir verdad y reparación a quienes se acogieron a procesos de paz en el pasado. Insiste en sumar peras con naranjas, aún con la evidencia del tamaño de los narcos que tuvo en una "mesa de negociación".

En este momento sería muy oportuno escuchar una declaración de la Corte Suprema de Justicia sobre esta movida. Estará muy felices? Lo dudo.